de papel
viernes, 26 de diciembre de 2025
en todas esas ocasiones
26 de diciembre 17horas
Llueve. Pasé la navidad con la familia de P., lleno de marplatenses. Un poco fue como sentirse en casa. Comí de todo un poco y nos quedamos jugando al truco hasta las 4am. Bastante bien, no extrañé nada las navidades entre cuatro que hacemos con mi familia. La próxima navidad, si es que la paso allá, seguramente les diga de hacer algo distinto. Salir a comer, juntarnos con otra familia, algo, lo que sea.
Me regalaron tres cosas, todas buenas: una campera de invierno marca Zara, una pelota de basquet cero kilómetro y una taza con un osito. De las últimas navidades, seguramente haya sido la que más regalos recibí.
No recibí demasiados saludos, pero ta bien. Tampoco pasa tanto.
viernes, 19 de diciembre de 2025
el laberinto
llegué al laberinto enamorado
me moví en los trenes infinitos
para terminar otra vez cerca del mar
que
independientemente de su nombre
parece atraerme silente
como si tuviese miedo de que me fuera lejos
que lo engañase con la montaña o la tundra
tanto es su amor
que me trajo hasta el laberinto
a dos cuadras de él
lleno de habitaciones oscuras
resuenan con pasos nocturnos
y algún que otro grito de éxtasis
cuántos son los que caminan por sus pasillos
imposible que lo sepa
a veces siento que estoy solo
a veces parecen multitudes
me invento ventanas
busco insectos en los rincones
invento olores menos antiguos
salgo de la tumba
como decidí llamar a mi habitación
y camino por los pasillos sin lumbre
hasta encontrar un patio
que parece sólo mío
lleno de hojas y silencio
puedo leer y esperar
no se durante cuánto tiempo
a que vengas a rescatarme
o decida finalmente trepar
los muros bajos
para irme a escuchar el ruido del mar
lento y paciente
que parece llamarme
para que no esté tan lejos de él
19 de diciembre, 14 horas
Estoy otra vez sentado en el patio. La llegada de P. a la casa la revitalizó, le puso mucha onda (y también algo de guita) para que se vea más linda y habitable. Yo no tengo particular interés en invertir mucho dinero y tiempo en una casa que no es ni siento mía, pero la ayudo y colaboro con lo que puedo, un poco para sentirme parte de algo y otro poco porque hay algo reconfortante en apropiarse de un espacio, aunque sea por unos pocos meses. Respecto a eso, estoy un poco receloso de C., el titular del alquiler, que es quién determina, como un juez silente, mi continuidad en la casa más famosa del país. Vuelve en abril, y para esa fecha pretendo tener algo de guita disponible para mudarme si así fuese necesario. El otro día visité a F., y realmente vive en un departamento hermoso, no muy lejos de acá. Paga unos 150 euros más que yo, y me hizo replantearme seriamente si vale la pena seguir durmiendo en La Tumba, aunque cueste más barato. Es algo para reconsiderar y tomar una decisión el año que viene.
Sigo las noticias de amigos y conocidos en Mardel. Vi a mis amigos del taller de escritura en una foto grupal con motivo del primer aniversario del taller y no pude evitar sentir algo de nostalgia por no poder estar allá con ellos. V. no estaba en la foto, aunque sé que ya está en la ciudad.
Acá las cosas siguen su curso natural: no hay fiesta de fin de año, ni aguinaldo, ni caja navideña. Sólo explotación al migrante, individualismo y mucha soledad. Tanta es la soledad que uno acepta cosas impensadas en la comodidad del hogar. Por primera vez en muchos años, voy a trabajar el 25.
miércoles, 10 de diciembre de 2025
desde el pasto
soy axel tengo 12 años
es verano que verano
hace un calor tremendo
los helados tienen mejor gusto
hay libélulas cada tanto
el viento viene caliente
las manos con olor a coquitos
abigail
leí en el piso harry potter 4
como por cuarta vez
no se por qué
pero quiero leerlo rápido
me lo sé de memoria
así que no presto tanta atención
licuado de banana
a la noche el pasto se pone fresquito
nos tiramos al pasto crecido
y miramos las estrellas
es verano que verano
naranjú del verde
nos metemos en ese baldío
de repente hay un sillón
ciber
nos sentamos siempre
a charlar sobre cosas
que nos parecen re importantes
tres veces vimos chorros
es verano que verano
no perdimos ni una sola vez
contra los de la otra torre
ni contra nadie
porque somos los mejores del barrio
es verano que verano
ojalá que algún día
me acuerde de ahora
y piense
que bien que la pasamos.