uno tiene que pelear contra su propio cuerpo como si fuéramos dos bestias.
y digo fuéramos porque somos dos
mi cuerpo y todo lo que no es cuerpo pero que también es mío
mi cuerpo y todo lo que no es cuerpo pero que también es mío
La lucha no es como la que Cortázar decía en el capítulo 7 de Rayuela,
sino más bien como la de dos peleadores de MMA:
sangrienta y homoerótica.
sino más bien como la de dos peleadores de MMA:
sangrienta y homoerótica.
A veces, se te cruza algún que otro sueño
casi siempre relacionado con lo que te pasó en esos días
esas cosas que están en la parte de arriba del colchón de pensamientos
casi siempre relacionado con lo que te pasó en esos días
esas cosas que están en la parte de arriba del colchón de pensamientos
Y si los amaneceres cuestan trabajo es porque en la parte de arriba del colchón de pensamientos siempre se acumulan cosas que aparecen y hacen que no nos podamos destapar.
Yo, por ejemplo, sueño siempre con La Piba.
Hoy, a la hora de los amaneceres, volvió a aparecer La Piba en la parte de arriba del colchón de pensamientos, tapándome y pidiéndome que no me levante mientras me daba besos en el cuello.
Y por eso los amaneceres cuestan trabajo.
Yo, por ejemplo, sueño siempre con La Piba.
Hoy, a la hora de los amaneceres, volvió a aparecer La Piba en la parte de arriba del colchón de pensamientos, tapándome y pidiéndome que no me levante mientras me daba besos en el cuello.
Y por eso los amaneceres cuestan trabajo.
Bronca y semen mediante, uno se levanta y contempla los amaneceres.
Uno mira para afuera, capaz chupando un mate;
Uno mira para afuera, capaz chupando un mate;
y uno se da cuenta que todo tedio trae, inexorablemente, maravillas detrás.
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