miércoles, 21 de mayo de 2025

La 427



I.

sobre todo pienso en ese ventanal

que funcionaba como un teléfono:

me dejaba escuchar los camiones

que bajaban leche y verduras

las voces preocupadas de un montón de gitanos

las hojas de los árboles que hacían fru fru.


sobre todo pienso en ese ventanal

que era color lila naranja:

fracturado únicamente

por el sonido del látex 

golpeando las muñecas de las enfermeras 

del otro lado de la puerta


sobre todo pienso en ese ventanal

que era como nadar:
braceé sobre los edificios 

salpicados de cuadraditos naranjas

a la hora del silencio


II.


no es la muerte palpitante en cada pasillo

ni siquiera esos silencios hasta hablados

sino la sensación suave del tiempo

que paso frente a la ventana de mi habitación

mirando las nubes azules


III.


Desde la ventana de mi habitación se ve un edificio 

y en ese edificio se ven cuarenta ventanas

contadas concienzudamente

concienzudamente contadas

porque si hay algo que sobra acá es el tiempo

tiempo que paso mirando cada ventana

cada ventana como una puerta a un hogar

un hogar en el que hay gente

gente sana


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