martes, 25 de noviembre de 2025

25 de noviembre, 17:25

 Hoy hablé con C. que me pasó un montón de disparadores para escribir. Una de las consignas hablaba del tiempo, así que decidí escribirle directamente a ella, desde el futuro:

Hola amiga, ¿Cómo estás? Te escribo desde el futuro, pero uno cercano. Acá ya está anocheciendo, y eso significa que tengo salir de casa, como un vampiro. Necesito comprar un lavarropas, pero el chico que vive conmigo hace días que no aparece por casa, y necesito ayuda para traerlo. Se me ocurrió ponerlo encima de un skate que encontré en la calle para transportarlo hasta casa. Te gustaría, mi casa digo. Es un engendro, una parte de una casa más grande de varios pisos con habitaciones construidas en lugares inauditos. Un poco un laberinto con un patio y un gomero al que se le caen muchas hojas, lleno una bolsa de consorcio por semana, aunque me divertiría dejarlas en el piso, hacer una pila grande, primero tirarme encima y después prenderla fuego. Pero no lo voy a hacer. 
Me imagino que en Mardel los días están empezando a ser hermosos. Me pone muy contento ver como crece La sonrisa.


En el super compré creatina.


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