sí
una vez sola lo intenté
fui llevado en remolinos
desde mi casa hasta el
terreno abisal
lleno de peces blancos
de mil ojos
que parecen ver bien
en ese desierto negro
por suerte
con brazadas poderosas
subí hasta ver los rayos
transversales
de luz que se movían como
espaditas livianas
ya cerca de la superficie
ahí
recién ahí
me di cuenta que llevaba
un tiempo sin
respirar una sola bocanada
de aire limpio
-que alivio- pensé
ver de nuevo las nubes
sueltas por
ahí
por suerte
con brazadas poderosas
pude asomar la cabeza
al cielo del invierno atlántico
era de noche:
lo supe por la cruz del sur
bien clarita
entre dos nubes
sueltas por
ahí
si
una vez sola lo intenté
llegar hasta un lugar imposible
atravesando olas inmensas
sin saber exactamente
dónde quedaba mi casa
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