viernes, 17 de abril de 2015

vehemencia

ese instinto, el falso fuego nos lleva
a recordarnos distantes
a correr hasta chocarnos con violencia las bocas
y que de éstas promesas (vanas) 
(chorreen)
de volver a vernos
(chorreen promesas)


de volver a chocarnos las bocas, con violencia


y sin embargo con el mismo ímpetu triste
espero bajo la lluvia
el golpe dulce de dos labios rojos 
               
                                siento el batir de tus alazules
de tu vientre ausente


Y yo vuelo con vos

lunes, 13 de abril de 2015

mientras llueve

Cierto estado de ebriedad sorda
crea el amor de mañana
y la más seca de las soledades
esa ausencia en la noche


Abrir los ojos, abrir el corazón
       se ciernen brisas rotas sobre el pecho

cae el sol
               baten tus alas

sombreadas las luces amarillas
mientras

            escribo líneas llenas de agujeros


¿Y si nos termináramos de encontrar? Pero a oscuras.

jueves, 9 de abril de 2015

escribo sobre escribir

Algunas notas sueltas suenan de fondo, mientras escríbo con parsimonia líneas que supongo quedarán inconclusas.
Sin embargo, casi siempre pongo alguna música antes de ponerme a escribir que estén en la misma tonalidad que los colores de adentro. De esos que te laten en el pecho, que cambian según las circunstancias. Habitualmente son colores neutros, como el color del café con leche que hago a la mañana y a la tarde, si pinta. Pero cuando siento de verdad, y me hago cargo, los colores aparecen y me tengo que poner a buscar una música acorde a esos colores porque no quiero estar sientiendo, por ejemplo, un verde con pinceladas de azul y poner una música que sea roja o amarilla. No señor, aca las cosas se hacen bien o no se hacen.
En fin, una vez que la música y el pecho están en el mismo tono (que no necesariamente implican la clave de una canción) me siento, del verbo sentar, a escribir.
Y generalmente, pese a combinar los colores, de los dedos no sale nada. Simplremente me quedo mirando la pared, absorto en vaya a saber uno que, o dónde.
Ciertos días, sin embargo, si salen cosas. Combinaciónes de colores y sonidos que se traducen en palabras que se traducen (con suerte) en otros colores diferentes, para quien lee.
Igual yo creo que esta boludez de los colores lo tendría que poder explicar más elocuentemente. Supongo que lo dejo para cuando sea un mejor escritor. Hasta tanto.


Antes de los golpes

siempre hay tiempo gris