uno tiene que pelear contra su propio cuerpo como si fuéramos dos bestias.
mi cuerpo y todo lo que no es cuerpo pero que también es mío
sino más bien como la de dos peleadores de MMA:
sangrienta y homoerótica.
casi siempre relacionado con lo que te pasó en esos días
esas cosas que están en la parte de arriba del colchón de pensamientos
Yo, por ejemplo, sueño siempre con La Piba.
Hoy, a la hora de los amaneceres, volvió a aparecer La Piba en la parte de arriba del colchón de pensamientos, tapándome y pidiéndome que no me levante mientras me daba besos en el cuello.
Y por eso los amaneceres cuestan trabajo.
Uno mira para afuera, capaz chupando un mate;