cuando te morís no te recibe san pedro no hay angelitos ni trompetitas
en realidad te encontrás con una playa vacía
llena de reposeras en la orilla, puestas fila.
cuando apoyás los pies en la arena,
tus amigos se dan vuelta y te dicen,
bien, boludito, al final llegaste!
el agua se enfría.
Te guardamos unas de pastelera.
Te sentás en una,
verde y amarilla,
como esas que hay en el mundo de acá,
te tomás unos mates mientras escuchás las olas
y hablás pavadas.
dos gorriones volaron sobre una señora que tomaba sol
ella: blanca, blanquísima como un cadáver
los gorriones: nunca había visto dos que volaran tan cerca del mar
parecía que jugaban a ver cuál de los dos le pasaba más cerca a la gente
en un momento hasta me pareció escuchar sus risas
jaja, viste, le rocé la el ombligo con la colita
jaja si, estuviste bien
en otro momento pensé que capaz que esos pájaros éramos nosotros
pero no puede ser, pensé
porque yo estaba sacando fotos en la playa y vos andá a saber donde estás
y pensando en qué;
mientras los gorriones,
que capaz que si somos nosotros,
chapotean en un pozo lleno de agua salada
riéndose
un churrero que fue fotógrafo de mano de piedra durán
un sobreviviente de cromañon que lloraba mirando un trapo de callejeros
el chofer del polaco
uno de la barra de alvarado
una amiga que fue enemiga y hoy es amiga de nuevo
un tucumano que trabajaba en un lugar llenísimo de fantasmas
mi mejor amigo de la secundaria, que ahora es papá
un ex compañero de la secundaria, que ahora se casó
una yanqui que tenía nombre de latina pero hablaba inglés como si fuera el mismisimo donald trump
una chica que vive en casteldefels
el bajista de una banda conocida
En la ciudad de Mar del Plata, más precisamente en la playa popular, más precisamente a unos 30 metros al sur del cartel de Quilmes, habita la persona más bronceada del mundo. Y digo habita porque la veo todos los días, a todas horas.
Es una mujer grande, pero no tan grande. Usa uno de esas bikinis sin tirita, para broncearse mejor, habitualmente roja. Se sienta en una reposera también roja, en la orilla, lejos del resto de la gente.
Casi siempre está con su marido, que sorprendentemente no está tan bronceado. El de él es un bronceado de vacaciones, casual.
Por otro lado, ella parece hecha de cuero, de helado de chocolate. Si te acercás, los pliegues de su piel tienen un color más clarito y te da la sensación que su cuerpo emite mucho calor. Su color de pelo, corte cobrizo, contrasta y parece bastante más claro que el color de su piel.
Cada tanto la pierdo de vista, aunque su reposera roja sigue en la orilla, como esperándola, como marca de su territorio. Cada tanto la veo charlando con otras personas mayores, también bronceadas, pero no tan bronceadas. Sospecho que acuden a ella buscando consejo.
Sus labios destacan, como si fueran dos gusanitos nadando en un kilo de mousse. Nunca la vi comer, ni tomar mate, ni tomar agua. Ni hablar de ponerse protector solar.
personas que vi llorando en la arena: una
tatuajes de la mona jimenez: dos
tatuajes de san lorenzo : como siete
tatuajes de la bombonera : uno
veces que esperé un mensaje: varias
churreros: chuuuuuuuurrooooooo'
churreros que en realidad eran fotógrafos: uno, le decían el chile
avispas de esas peludas: una, se me pegó al cartel
móviles de televisión: dos andá, andá a hablar con la tele, le dijo uno a la hija
veces que extrañé a alguien que no me quiso: también varias
tatuajes de crash bandicoot: uno
qué nos hace llorar?
que nos rompan el corazón
la muerte de chespirito
un libro sobre los milagros de jesucristo
que el churrero no tenga mercadopago
las agujas
dormir en la playa debe ser como dormir en la popular de una cancha de futbol
uuuuuuuuuuuurrrrrrrrrrrrrrrrrrooooooooooooooooooooooooooo'
se sentirán los miles de pies pasando a centímetros de tu cabeza?
chooooooooooooooooooocloooooooooooooooooooooooooooooo'
soñarán con mil conversaciones a la vez y un chapoteo distante?
haaaaaaaaaaaaaaayyyyyyy coooooooooooooooppppooooooooo'
dormir en la playa debe ser como dormir sin vos
camino por la playa
frush frush
cuando la ola se retira
frush frush
parece que baja la marea
frush frush
y veo los caracolitos:
triangulitos errantes
que se entierran,
escapándose de los nenes
que se los llevan de recuerdo,
mirá mamá, mirá mamá
un caracolito.
Algunos se van abajo de la arena,
otros se dejan llevar por las olas
frush frush
decididos a volver
al mar
¿a dónde?
Un poco quiero enterrarme,
huir de los nenes que corren salpicando
mirá mamá, mirá mamá
un hombre triste.
Las olas van y vienen
los caracolitos se entierran
los nenes salpican
mimos son mimos
dicen
yo ya medio como que me olvidé
Ayer
mientras subíamos la explanada
tarde, tardísimo
como vacas al matadero
pero el matadero es la ruta
te vi.
te vi entre la gente
un poco porque te estaba buscando
¿qué onda como estás que tal?
te extrañé, pensé gritarte
como en las pelis
me esperás
nos miramos y después de un silencio
nos damos un beso
de esos en los que los actores parecen que se van a comer la cara
sin lengua
con calentura.
Como siempre
me quedé callado
miré un segundo para atrás
y tu colita de pelo se movió en el aire.
Juro que escuché el ruido
shhhh
shhhh
hizo.
Miraste para atrás
como buscando algo
o a alguien, pensé
a mi, pensé
pero me dio verguenza que me vieras
asi que miré el piso,
la arena,
mis zapatillas azules cansadas de caminar por la arena seca
una latita de birra que alguien tiró.
Un tipo de seguridad
vestido de negro
dijo algo y seguiste subiendo
y tu campera de jean se perdió
entre muchas
muchísimas
otras camperas de jean.
mimos son mimos
Una piba por la calle hablando por celular con tono nervioso
PIBA
- Es un pibe re decente, no, no tengo fotos, pero con Lauti pensamos que estaría buenísimo que se conozcan
-...
-Bueno, pero es un pibe re bueno...
-...
-Está bien, le digo que no venga boluda, no pasa nada
corta el teléfono.
(Al chico que estaba con ella, presumiblemente de nombre Lauti)
-Boludo no quiso, hay que encontrar una foto en la que salga bien para pasarle. ¿cómo le digo que es feo? Porque es feísimo, pobre. Feo, feo.
LAUTI
Pero tiene una moto bárbara, cuando vea la moto por ahí se olvida.
Axel se jijea y sigue caminando. No encuentra el lugar abierto y camina hasta casa pensando en escribir esta conversación.
que necesidad tengo
que necesidad tengo de escribir siempre de lo mismo:
del verano
de andar en bici
del cielo de arriba
del cielo de abajo
de los amores que se pierden en la tarde
de valijas de color violeta
de mis amigos
de la cerveza
y el porro
Son las 6 de la mañana del primer día del año:
los pies metidos en el mar
azul metal
que suerte, pienso
que suerte
No me contestó los mensajes,
me siento solo
en tanto mar
que mala suerte, pienso
que mala suerte
El cielo es violentamente naranja,
como un durazno.
que hermoso, pienso
que hermoso
Mis amigos están cerca, en silencio.
Sus pasos hacen frush frush.
que suerte, pienso
que suerte
