Como una oruga, alguien contesta una historia.
La oruga se alimenta, y se comentan sucesivas historias, todas intrascendentes:
una foto de una cerveza en el bar fashion, un frame de una peli coreana, minúsculos gatos.
El díalogo es contínuo, como si hubiera miedo a perder tema de conversación.
Como si el otro se fuera a escapar.
La oruga se empieza a quedar quieta y de a poquito se convierte en crisálida.
Hablan todo el día por todos lados: por historias,
todas igual de instrascendentes,
ahora hablan por whatsapp
y hasta debajo de las sábanas, medio en susurros.
Después de un tiempo indeterminado de la crisálida sale otro insecto, mudo y terrible,
y los amantes no se vuelven a contestar una historia nunca más.
miércoles, 5 de mayo de 2021
EL CICLO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario